Que palabras puedo utilizar para comenzar a describir lo que fue este concierto. Yo se que decir esto es un cliché, pero es que ese concierto sobre paso cualquier cliché imaginable. La noche de ese martes 23 presencie lo que fue uno de los mejores espectáculos musicales que probablemente vea en un buen tiempo, hasta ahora el mejor que he visto (sí, tan fuerte). Llevaba unos días con, lo que se puede comparar como un éxodo, de amistades de Puerto Rico que vinieron a presenciar el concierto. Así que entre la manada de Puertorriqueños (probablemente estuvo mitad de la isla aquí) y el tiempo que llevaba esperando, las expectativas estaban altas. Ese día llegamos una hora antes que abrieran, ya que no podíamos esperar mas (creo que perdimos la vergüenza). Luego de la espera, por fin nos dejaron entrar y la bienvenida fueron cajas de “ear plugs” de las que todos agarramos algunos. (La verdad, ya quiero empezar a contarles sobre lo impresionante que fue su repertorio, pero poco a poco). Bueno, nos compramos una cervezas y nos pusimos a admirar el “set-up” que tenían en tarima, definitivamente los 30 pedales de Kevin Shields seguramente estaban ahí. Entre la pared de altavoces y el sistema de sonido parecía que querían traer el local abajo. Pero bueno, comenzó el concierto con Lilys que parecía que estaban haciendo un collage de todos los estilos (en música y moda de los integrantes) de pop imaginables. Desde indie de los 90 a mod-rock de los 60, nunca parecía que estaban concretos y la verdad no impresionaron a muchos de los que estaban ahí (¿Quizás MBV lo hizo a propósito para que la espera fuera aun mayor?). Luego hubo una larga espera por el grupo…apagaron las luces…encendieron el proyector…mas espera…canciones de rockabilly…disco…mas espera...salen en tarima.
Aquí lo prometido (les sugiero que escuchen el set list en orden ya que es una experiencia por si solo):
Otro grupo excelente de Candada (¿¿¿cuantos tienen???), Holy Fuck, nos traen el disco "LP". Puramente instrumental, con melodías pop y jugando con lo experimental, vale la pena escuchar.
El jueves 18 de septiembre de este año tuve la oportunidad de presenciar uno de esos conciertos de los que te dicen que son buenos pero no te enteras completamente hasta que los ves. En el norte de la isla de Manhatan, en un área que se conoce como Washington Heights, tocaban en el teatro Untied Palace los grupos Parachutes y Sigur Ros. El local, de mediados de siglo (XX), preservado a su perfección, le daba algo de especial al concierto. El primer grupo fue Parachutes, el grupo del novio de Jonsi (cantante de Sigur Rós) que sin duda son fuertemente influenciados por el acto principal. No puedo decir que son malos, por que no los son, pero el problema es que yo no fui a ver a Sigur Rós dos veces en dos grupos diferentes. Pero bueno, que se le va a hacer. Al terminar estos, montaron el equipo, que aparentaba poco pero complicado lo que me lleno de emoción. Al salir en tarima, solo eran ellos cuatro. Sin sección de vientos e instrumentación, fue algo mas intimo para el público (aunque ni tan intimo porque el sitio era inmenso). Cuando comenzaron a tocar comenzaron con nada más que “Svefn-G- Englar” y rápido me atraparon la atención. Continuando con “Glosoli” y otras de las mas nuevas. Siempre tocaron las grandes de sus discos anteriores, pero también querían llevarle a su público algo más nuevo y más “terrenal” con su repertorio de su último trabajo. En fin, fue un concierto que lleno todas mis expectativas de lo que podía ser Sigur Ros en directo y en muchos sentidos hasta las sobre paso.
